Ser bueno te hará dichoso, ser culto te hará libre. José Martí.

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domingo, 13 de diciembre de 2015

Ricardo y el cine (extracto de la novela: Los que no éramos galácticos)

Ricardo y el cine

Ricardo era el chico al que toda madre, del barrio donde vivía el grupo, le hubiera gustado tener como hijo. Era la personificación de la simpatía: brillante, atractivo, halagador, con un inigualable don de gentes, labia a mares, el más perfecto vendedor de lo que fuese: su persona misma, al que nadie podía resistirse, alegre y contagioso, siempre elegante y educado. Por si fuera poco, su talento para la música clásica, con su inseparable trompa que practicaba con la ventana abierta para concertar por toda la zona, le hizo popular en la mancomunidad donde vivía en la calle Las Palmas, ya que en una ocasión le llamaron para cubrir un puesto en la orquesta de José Luis Cobos, muy popular en aquella época como superventas de discos, a los conciertos que daba en televisión y que le mostraban a él entre los músicos. Luego no dejaba de contar su experiencia y relatar lo superficial que le pareció el tal Cobos que tanto pedía que le maquillaran.
No obstante, la verdadera pasión de Ricardo era el cine. Le encantaban las protagonizadas por Clint Eastwood. Las había visto todas, desde las spaguetti western tan memorables como la serie del duro Harry Callahan, ya que Eastwood tenía la dureza de carácter que a él le hubiera gustado poseer, aunque fuera incapaz de imitarle ya que anhelaba siempre caer bien a cualquier persona. A quien sí imitaba era a Tom Cruise, le gustaba hacer los malabarismos de barman con las botellas en “Cocktail”, en jugador de billar en “El color del dinero”, pero la que más le apasionaba era la película “Top gun” y hacía cantar a todo el grupo, cuando alguna ocasión le inspiraba, como delante de alguna chica a la que trataba de asombrar, la canción que el protagonista mal cantaba: “No intentes disimular”, pese a que el resto del grupo no compartía tanta pasión por aquella letra. Incluso intentaba parecerse físicamente al actor de moda en los ochenta, aunque su rostro y peinado estuviera más cerca de Pierce Brosnan, el futuro James Bond, en la época de la serie “Remington Steele”, parecido que le halagaba cuando alguien se lo señalaba, ya que dicho personaje entraba dentro de su ideario perfecto.
Siguiendo la estela de la imaginación que le inspiraban ese conglomerado de personajes no le gustaba salir en fotos, se vanagloriaba de que muy pocas, las de bautizo y comunión tan solo, y argumentaba que si en algún momento debía desaparecer, porque le persiguiera la mafia o entrara en los servicios secretos, la ausencia de retratos suyos ayudaría a no encontrarle ya que nadie sabría cómo era.
Su imaginación y pasión por el cine le diferenciaba de su padre, mucho más práctico, a quien Ricardo temía y admiraba con igual mezcla. Era policía nacional, lo cual admiraba en su ideario cinéfilo de duro, pero no le gustaba tanto que fuera también un peseto, como llamaba a los taxistas, profesión que ejercía en sus ratos libres, aunque quizás ello se debía al tiempo que no le dedicaba, ya que también pasaba muchas horas arreglando el coche. Lo que temía era la severidad de su carácter. Los fines de semana los pasaba con su orquesta en ferias y charangas, y de ahí le venía a Ricardo su vocación forzada por dedicarse a los instrumentos musicales. Lo siguiente sería opositar a algún cuerpo de la seguridad nacional y es que ya tenía preparada la vida que debería llevar su hijo para que no se equivocara. Con tanto empleo solo le reservaba un par de horas a la semana para jugar al billar y enseñarle otra ocupación que le daría prestigio social en el mundo que se moviera. Cuando estaba en casa prefería ver la televisión y no dejaba de llamar a Rtve para quejarse cada vez que algo no le parecía bien. Como entraba suficiente dinero en el hogar se permitía el lujo de llevar a sus hijos a una escuela de pago, la mejor de Móstoles para los exclusivistas, en el Balmes. Pero pese a ganar tanto dinero casi nunca le dejaba algo a Ricardo para que saliera con sus amigos y este a veces avergonzado fingía que le habían atracado a punta de pistola, cual película, y no llevaba nada encima. Tanto control de la vida de sus hijos no impidió que su mujer tuviera una aventura con un vecino, pasión que se hizo pública y terminó con su perdón y la marcha del amante fuera del barrio y de la ciudad. De esta manera Javier perdió a su primer mejor amigo, que no comprendió aquella repentina marcha de la familia del barrio.
Mientras Ricardo crecía como músico, su relación con las chicas iba de flor en flor sin que ninguna se mantuviera mucho tiempo a su lado, lo cual, en ocasiones le llevaba a tomarse borracheras que acababan con puñetazos en la pared sino intentos de cabezazos. Sin embargo, en unos luchacos hendía con un cuchillo muescas para señalar el número de conquistas que llevaba, como palos de un prisionero en la pared de una cárcel. Le gustaba de vez en cuando lucir aquella arma y mostrar su habilidad emulando a Bruce Lee, pese a no tener ni idea de artes marciales, quizás, más que nada, para que todos vieran el número de mujeres con las que ya se había acostado. De esa manera, su relación con el grupo era intermitente, ya que si no salía con alguna chica también lo hacía con algunos compañeros suyos del colegio Balmes, y eso hacía que Fernando pensara que les tenía como segundo plato. Pero su simpatía arrolladora era siempre bienvenida y les arrastraba a las discotecas sabiendo que su presencia atraería a más mujeres y conversación fluida, casi siempre cinéfila y entusiasta. Su pique con Fernando por las féminas les llevaba a veces a absurdas competiciones como cuando rivalizaron por ver quién besaba a más de ellas en una sola noche, quedando en tablas dicha apuesta después de una veintena de besos y ninguna historia.
Su habilidad conduciendo, de la que se vanagloriaba realizando trompos, saltándose semáforos y cruces sin mirar, no le impedía consumir todo el alcohol que fuera capaz. Incluso una noche la policía le dio el alto para un rutinario control  de alcoholemia y los esquivó pensando que los burlaría, cual película de acción, ya que iba a dar positivo de largo, pero pronto le cazaron y le impusieron una cuantiosa multa; que él entregó a uno de sus amigos policías para que se la quitaran, cosa que hicieron, lo cual le hacía reír a Ricardo diciendo lo bueno que era tener contactos donde eran necesarios. En otro de sus saltos de semáforo tuvo un leve accidente cuando no llevaba seguro en el coche, que además no era suyo, sino de Juanlu, o más bien de la empresa de su padre, que nunca se sacó el carnet de conducir, y solo la comprensión de con quién se había dado le libró de algo más importante.
En una ocasión quedó ingresado en el hospital por un coma etílico durante tres días. Cuando mezcló todo tipo de bebidas en una mítica, para él las mejores, fiesta de futuros farmacéuticos, cuando salió con sus compañeros del Balmes, que sí habían continuado carreras universitarias, al contrario que él que no llegó a esas expectativas para decepción de su padre, que giró la dirección de su hijo para que se preparara para oposiciones al ejército como músico. Mientras, Ricardo, continuaba mejorando su técnica como instrumentista de la trompa y aprendía a ser compositor, que era algo que sí le apasionaba, pero casi como una competición por llegar a las notas más altas. Para pagarse todo eso trabajaba eventualmente en lo que surgía, destacando como vendedor, con su labia y simpatía de don de gentes. En la campaña de navidad de un Hipercor descubrió que podía poner un nuevo precio a cualquier producto en las máquinas de pago y de esa manera su familia y amigos pudieron comprar muy barato productos muy caros.
Después de haber salido con algunas de las tías más guapas que sus amigos jamás habían visto, Ricardo conoció a una chica que no era tan atractiva pero que, según él, era salvaje en la cama y eso valía por todo lo que no tenían en común, que era nada. Sin embargo, cuando apenas la relación comenzaba Ricardo, inesperadamente para él, aprobó las oposiciones para convertirse en sargento músico, el más joven de España, por lo que decía orgulloso. De esa manera tenía ya el futuro asegurado, al contrario que sus amigos del grupo que todavía no tenían nada definitivo en el campo laboral apenas comenzada la veintena. Pero el destino más probable era Pontevedra, lo cual podía significar el fin de una relación que vivía sus mejores momentos sexuales, así que en un rapto de romanticismo le pidió que se casara con él y se fueran a vivir a la lluviosa Galicia, a lo que ella aceptó sin dudarlo. Luego resultó que le tocó como destino en Toledo, pero siguió adelante con los planes de boda pese a que sus hermanos empezaron a organizar en plena ceremonia una porra sobre cuanto durarían hasta divorciarse, ya que no veían ningún futuro a una relación basada solo en el sexo. Ricardo se reía de la ocurrencia diciendo que eran unos cabrones, pero iba en su línea de humor gamberro que él disfrutaba como si protagonizara una película de estúpidos universitarios. Los que participaron fueron bastante pesimistas dándole desde días a meses. Solo Javier apostó por dos años y fue el que más se acercó, ya que duraron cinco que fueron de pesadilla casi nada más casarse, pues Ricardo ya no la reconocía con la convivencia en común y una vez esfumada la pasión sexual quedaron las broncas, celos y desencuentros que, aun así, les llevó a tener una hija que precipitó el final de la relación, y a que Ricardo empezaran a salirle prematuras canas con veintisiete años, ya que apenas podía estar con su hija recién nacida a la que adoraba con pasión de padre, canas que acabaron convirtiéndole en un todavía atractivo Steve Martin, aunque ya no tuviera la capacidad de hacer reír a cualquiera.
Por esa época volvió a salir con sus amigos del grupo, con Juanlu que le introdujo en el consumo ocasional de cocaína, algo a lo que accedió gustoso por probar, en esta vida hay que probarlo todo según él (y muchos), quizás para aliviarse de una depresión de la que no se desembarazaba por más que intentase ser el de siempre: el gran actor que siempre había sido. Para entonces sus sueños de músico estaban muy alejados. Había dejado sus estudios de trompa y composición, y aunque daba clases particulares en un conservatorio, ligando con alguna joven alumna, ya no se acordaba que un día quiso componer conciertos y dar la vuelta al mundo con una orquesta alcohólica a ritmo de marchas triunfales.
Hasta que pasados unos años, apenas entrado en los cuarenta, empezó a desarrollar un cáncer de faringe que casi acabó con su vida y le dejó físicamente irreconocible. Ya no tenía esa pose de galán que tanto había cultivado. Un cáncer que por fin acabó con una vida idolatrando al alcohol, con frases como que no le importaba beber porque ya no tenía hígado al mearlo una noche, bromeaba antes de la enfermedad, y a fumar continuamente, como en el cine negro del mejor Bogart.


Post Data del Autor: Pero no. Así acabó la historia de Ricardo cuando la escribí, pero no dejó de fumar, no sé si de beber, lo que sí sé es que acabó muriendo de una recaída del cáncer que ya no pudo evitar. En el Facebook continua una de las pocas fotos, él que no se dejaba hacer fotos, de su irreconocible aspecto de lo que fue y en lo que se convirtió. Descanse en paz.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Los que no éramos galácticos

     Después de participar en el concurso de Amazon convenía a este libro lavarle la cara y, sobre todo, ponerle un precio más acorde. También hemos aprovechado para darle una nueva portada más atractiva. Lo más doloroso ha sido ponerle punto y final a una de las historias de la novela dado el fallecimiento inesperado de su personaje principal. Me temo que fui demasiado optimista y la cruel realidad se impuso. Después de todo las historias se basan en habitantes reales de Móstoles, como el protagonista del segundo capítulo, el gran Íker Casillas.


lunes, 30 de noviembre de 2015

Luna de miel en París con niños

     Nueva edición de libro Luna de miel en París con niños. Poco podíamos imaginar hace un año, cuando paseábamos por París que algunas calles cercanas iban a ser testigos de una masacre irracional. A esta nueva edición la hemos lavado la cara con una nueva portada más fresca y simpática. También hemos añadido fotos en el interior para que no sea solo texto el reflejo de nuestro paso por una ciudad que siempre será maravillosa.






sábado, 14 de noviembre de 2015

Je suis Paris

     Hace poco más de un año viajé a la ciudad parisina, para mí la más bella del mundo, era mi octavo viaje y no dejo siempre de descubrir cosas nuevas e interesantes. Es una ciudad inagotable y dinámica.
     Anoché empecé a recibir mensajes en el móvil del horror sin sentido que se estaba produciendo en forma de asesinatos indiscriminados. Me acosté cuando la cifra se estimaba en 60 muertos y ahora al levantarme ya van por más de 120, 90 de ellos en una discoteca donde habían tomado rehenes. Cuando supe anoche que estaban atrincherados allí me puse en el lugar de los que estaban en la sala y esperaba que pudieran salir con vida las cien personas que se estimaba que estaban dentro, pero no ha sido así y la catástrofe se ha consumado.
     Está claro que algo está haciendo mal el mundo occidental con la crisis islámica para que tanta barbarie se produzca entre los que no hemos hecho nada, pero que somos el blanco más fácil. Esto debería demostrar a las grandes potencias mundiales que los problemas hay que resolverlos antes de que se enquisten y que sus burdos intereses comerciales y estratégicos son una absurdez que pagamos los que somos queremos vivir nuestra vida.

viernes, 13 de noviembre de 2015

El New York Times dice que los periódicos españoles no son imparciales

     El New York Times ha publicado un editorial donde acusa a los periódicos españoles de ser poco objetivos y nada imparciales. La AEDE, la Asociación de Editores de Diarios Españoles ha respondido para negar las acusaciones. Pero la AEDE debería saber que lo que dice el periódico norteamericano es lo mismo que pensamos los españoles. Aquí sabemos a qué partido político corresponde cada uno de los cuatro o cinco diarios más importantes. El publicar lo que es noticia, como los casos de corrupción, no esconde la verdad política que sobrevuela a cada uno de ellos. Ahora no debería de enfadarse y esconderse detrás de la AEDE para negar lo que es más que evidente y que vemos diariamente en sus portadas. La objetividad política no existe. Lo que existen son un par de diarios moderados y otros vergonzosos con cada titular e imagen que utiliza. Uno a veces no sabe si está viendo el Marca o un diario serio. Sin esa protección política ni existirían económicamente en la era digital. Hagan periodismo y no bandera barata.

jueves, 5 de noviembre de 2015

¿Qué debe de hacer el Real Madrid con Benzemá?

     Cuando Benzemá jugaba todavía en el Olympique de Lyon recibió asombrado en su casa a Florentino Pérez que a su vez venía impresionado de su exhibición aquella noche. Zidane ya le había hablado de él y quedó convencido que sería el nuevo Ronaldo del futuro. Aquel prometedor joven se comprometió de inmediato con el presidente del club blanco y el resto es historia. Pero a Benzemá le costó bastante adaptarse al equipo más laureado de Europa y del mundo y nunca ha terminado de convertirse en lo que se esperaba de él. Aunque ha metido muchos goles, es titular en la selección francesa (pese a que sus sentimientos han quedado claros al negarse a cantar la marsellesa) y por fin es indiscutible en la delantera del Real Madrid, tampoco ha demostrado lo que sus cualidades físicas y técnica parecen que puede llegar a dar.
     Fuera de la cancha Benzemá tiene otra vida. De él se han dicho muchas cosas cuando no terminaba de adaptarse al juego del Madrid, que si era melancólico, abstraído, etc. Lo que sabemos es que consiguió librase de un extraño caso de prostitución con menores junto a otros jugadores de la selección francesa. Y aquí en España no para de coleccionar multas por su otra pasión: los coches.
     Pero dado el último caso de presunto chantaje a su compañero Valbuena por un vídeo de contenido sexual, por el que ha sido detenido, pasado una noche en comisaría y finalmente imputado cabría preguntarse qué ha de hacer el Real Madrid. Lo fácil sería decir que hay que esperar a que se demuestren los delitos que se le imputan y salga, si sale, absuelto de ellos. Pero cuando a un político le sucede eso mismo rápidamente la opinión pública clama que dimita de su puesto y, si no lo hace, queda señalado hasta que se resuelve el juicio. El fútbol es seguido por millones de niños que ven en los jugadores a un modelo a seguir. El presidente del Real Madrid y la institución a la que representa no puede ser ajeno a ello. Benzemá debería ser apartado de la disciplina del equipo hasta que se solucione o se aclare cual es su participación en el chantaje que, además, apunta a posibles mafias que extorsionan a los jugadores galos. Y si finalmente saliera condenado el Real Madrid tendría que despedirle de inmediato.
     Pero todo parece indicar lo contrario, que Florentino va a confiar en él, que quiere demostrar que no se equivocó al ficharle. Pero hay algo que ya no tiene vuelta atrás. Benzemá no es un ejemplo fuera de los campos de fútbol. Y el prestigio del Real Madrid y su presidente van a sufrir mucho como quieran ir en el mismo coche que su jugador, ese coche conducido a demasiada velocidad y que infringe las normas de tráfico.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Nueva Zelanda campeona del Mundial de Rugby

     Sería finales de los ochenta cuando por primera vez vi un partido de rugby. Se jugaba el torneo de las Cinco Naciones en aquellos domingos de la segunda cadena de continuas retransmisiones de los más variopintos deportes. Así supe que el fútbol y el rugby procedían del mismo tronco común y se separaron por cuestiones de gusto. En alguna ocasión vi también un partido de los Barbarians (una selección de los mejores jugadores del hemisferio norte europeo) contra el combinado de Nueva Zelanda, que se bastaba ella solita para merendarse a los fundadores del rugby. Lo que veía me fascinaba. Todo era muy diferente de lo que estaba acostumbrado pero emocionante y noble pese a la aparente brutalidad de los partidos.
     Con la llegada de los nuevos canales de televisión se perdió un poco la objetividad de retransmitir en abierto las competiciones minoritarias, porque en España seguíamos sin ver el atractivo por un deporte sí, de fuerza, pero también de colaboración, estrategia y táctica. A mediados de los noventa volví a ver algún encuentro ya en los mundiales. Pero me decepcionó ver el continuo recurso del drop (tiro lejano que ha de meterse entre los altísimos postes) y lo poco que se jugaba "a la mano" como años atrás había visto.
     Ahora, en este último Mundial, de nuevo he podido seguir algunos partidos y me ha emocionado reencontrarme con un deporte que sin duda ha evolucionado mucho. Se ha profesionalizado. Se ha vuelto a jugar más para buscar los ensayos. Pero de nuevo la enorme superioridad del hemiciclo sur ha quedado patente copando las semifinales. Nueva Zelanda ha ganado porque son una selección fantástica que juega al ataque con un coraje y decisión encomiables. Casi les molesta tener que defender pero cuando necesitan imponerse no hay quien les supere. El Mundial ha sido justo con los mejores, cosa que no siempre sucede.
     Pero lo que más me ha impresionado son las diferencias arbitrales. Lejos de despreciar a la tecnología han optado por usarla. Cuando el árbitro solicita que se revise una jugada conflictiva se para el partido hasta que se dictamina lo que es justo. Los colegiados, además, llevan un micrófono de modo que todo lo que dicen es escuchado en directo, además de lo que puedan decirle los jugadores, pero éstos tienen prohibido dirigirse a él, y lo acatan... solo los capitanes pueden hablarle y lo hacen con tranquilidad y respeto. En los vestuarios, al modelo americano, también hay cámaras grabando. Esto no evita que se produzcan errores. Y si no que se lo digan a Escocia, la más brava de las selecciones europeas en este campeonato, que no doblegaron a los sudafricanos por un polémico final cuando el árbitro no vio un violento placaje sin balón y acto seguido concedió un penalti en contra de los escoceses que si hubiera sido examinado por televisión probablemente hubiera acabado en melé y victoria escocesa. Se merecieron ganar por bravura aunque siendo justos los australianos son mejores aunque fueron víctimas de sus propios errores. Lo que molestó a los escoceses no fue que el árbitro se equivocara sino que se fuera corriendo sin darles la mano. El rugby es un deporte de forzudos gigantes pero también caballerosos. Por supuesto, nada de esto hubiera evitado la victoria final de Nueva Zelanda que han demostrado en cada partido un pundonor envidiable.
     Si el fútbol apenas evoluciona en el estamento arbitral se debe al inmovilismo de unos pocos dirigentes de la Fifa más pendientes de controlar lo que sucede en la cancha que en dejar que se haga justicia. Y algunos solo controlan sus cuentas bancarias.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Cinco minutos con Woody Allen

CINCO MINUTOS CON WOODY ALLEN

     Ahora sale en papel el libro que Ana y yo escribimos a medias contando nuestras experiencias en la mítica isla cinéfila de Manhattan. Allí pudimos seguir la pista a las películas de nuestro director favorito, incluso verle en persona, y además descubrir multitud de otros escenarios de tantos largometrajes inolvidables. La buena acogida que ha tenido a nivel digital nos ha animado a sacarlo ahora en papel gracias a las facilidades que el portal Createspace pone a los autores que, pese a estar todo en inglés, resulta realmente fácil publicarlo. Así que si alguien se anima y no tiene un ereader o simplemente prefiere el papel de toda la vida, ahora también se puede comprar, como siempre en Amazon.






martes, 7 de julio de 2015

Íker Casillas y las Historias de Móstoles

     Íker Casillas pasará a la historia del fútbol español como nuestro portero más legendario por muchos aspectos que trascienden lo deportivo, pero también por su indiscutible palmarés. Aunque nació en la provincia de Ávila, de donde son oriundos sus padres, su infancia la pasó en Móstoles, ciudad que le marcó hasta el punto de decir su famosa frase: "No soy un galáctico, soy de Móstoles" Lema que figura al comienzo de la calle que ahora lleva su nombre y que termina en los campos de fútbol, los cuales también los han renombrado.
     En mi libro "Historias de Móstoles" le he dedicado un capítulo jugando con la posibilidad de que en el último año que estuve en el Joan Miró, donde ambos estudiamos, él ganara el campeonato del colegio de su categoría con su clase. No puedo saber si alguno de ellos era él mismo, pero no es del todo imposible, sino más bien, muy posible. Se lo pude haber preguntado a él en persona cuando el director, Pedro Baeza, nos invitó a ambos a una charla con los chavales con ocasión de un aniversario del centro. Pero su convocatoria con la selección frustró dicho encuentro.
     El paso del tiempo puede ser muy cruel y la memoria muy frágil cuando ya no eres el mismo de antes. Íker Casillas se merece mejor trato del que le están dando en su todavía club actual. Pero si algo tiene el paso del tiempo es que, aunque te descoloque cuando menos te lo esperas, al final todo vuelve a su sitio, más tarde o más temprano. Para mí Casillas sigue siendo uno de los mejores guardametas actuales y si algo le espera cuando ya no esté bajo los palos es la leyenda.

Historias de Móstoles: Historias de los que no éramos galácticos en Amazon



jueves, 2 de julio de 2015

Historias de Móstoles

Introducción

El conjunto de los siete episodios forman una novela de historias cruzadas cuyo verdadero personaje colectivo es la ciudad de Móstoles, verdadero trasfondo de los relatos, aunque algunos personajes repitan protagonismo.

Cuatro de estas partes o episodios están basadas en hechos y personajes reales (otros son ficticios), a los que se les ha cambiado sus nombres. No obstante, la personalidad y pormenores pueden haber sufrido variaciones, tanto por el tiempo pasado, y la perspectiva deformada y olvidos que de este modo se desarrollan, como la necesaria modelación con respecto a la idea o ideas literarias que deseaba transmitir y que estaban por delante de la objetividad real. Por tanto, que nadie busque la exactitud fidedigna de algunos acontecimientos que pueda reconocer. No he tratado de contar lo que ocurrió tal y como sucedió, sino crear una metáfora que afecta a algunas personas y hechos reales, sin que dicha transmisión sea la intención de este libro. Es por ello que pido disculpas por adelantado si alguien se siente ofendido por lo expuesto. Mi objetivo no es recrear la veracidad de mis recuerdos sino la novelización de una parte de mi vida. No en vano, nuestra existencia es la mejor novela.



martes, 30 de junio de 2015

Nos hicieron creer que el metro no forma parte del alcantarillado

Nos hicieron creer que el metro no forma parte del alcantarillado,
que en el deporte ganamos todos
cual trío de mosqueteros,
que el éxito no lleva cableado eléctrico
y que existe la democracia de los reyes,
que los números de una nómina
no pertenecen
a la denominación de esclavo
y la libertad es un concepto definible.
Sin embargo vivimos,
de vez en cuando existimos
y veces nos amamos.
Entonces me uní a la manifestación.
Tú ibas de mi mano.
Gritábamos:
¡Sí!
No importa el qué

y nos estremecíamos.

lunes, 29 de junio de 2015

Se convoca a los horizontes

Se convoca a los horizontes
sin escribir
para dibujar montañas,
altas cumbres nevadas,
árboles perennes

y en la cima el paisaje.

viernes, 26 de junio de 2015

Soñarás otra cosa

Soñarás otra cosa,
te caerás por el lado del día
y verás el movimiento de las siluetas.
Al leer
los idiomas se desparramarán hacia las olas de los mares embravecidos.
Detrás de la sartén ya no hay fuego
en llamas
sino círculos candentes a la espera.
Cuando viajes
en fotocopia de turista
recuerda que las sombras envejecen

para estornudar las cosas olvidadas.

jueves, 25 de junio de 2015

Simplemente tonto

Sí,
o dices no
y entonces el café se desliza por el telediario matutino repetido exactamente igual cada media hora
como anunciando lo que va a ser el día,
mañana
o el resto del tiempo,
como si el tiempo fuera tic tac
o una fotocopiadora
como si no pudieras tirar del cable del enchufe
y en el silencio no sentirte incómodo,
laberíntico a medida que creces en números medidos

o simplemente tonto.

miércoles, 24 de junio de 2015

Si nos dejan

Si nos dejan
escalaremos cada montaña,
cada monte de la luna o de marte.
Si nos dejan viajar,
si no nos niegan la nómina de las rosas,
si nos dejan solo con el pan,
si nos dejan sonreír,
si nos dejan leer
para pensar,
para que la historia no se repita,
para que el lado indeseable del ser humano
quede arrinconado en un gen sin
reproducción,
para que la esperanza

siga siendo la flor del planeta Tierra.

martes, 23 de junio de 2015

Pensar como los árboles

Pensar como los árboles.
Como el viento en el dédalo de la yema de los dedos.
Alzarse por encima del calor de un rayo
y descender cual lluvia.
Pensar en el silencio de los gritos
sus posibilidades polimórficas.
Elegir entre las ramas la del fruto
y comer esa voz.
Decidir como las rocas su oleaje.
Cantar gaviotas y escribir cangrejos.
Quizás el fondo no esté en las cumbres

sino en llegar.

lunes, 22 de junio de 2015

No somos Ícaros de alas excavadoras

No somos Ícaros de alas excavadoras
ni en las cicatrices del viento se fabrican hombres afilados.
No nos iremos a los hongos de la sed
ni beberemos de las acequias en sombras.
No soñaremos más en subterráneos
ni leeremos más libros en el tiempo prensado.
Somos la clorofila de los laberintos
y aspiramos a la sintaxis de un árbol.
No iluminéis la voz con antorchas sin versos
y que la lluvia sacie nuestra piel de caricias.
Que no nos digan cómo unirnos,
cómo abrazarnos en la frontera del reencuentro,
que sabemos cómo huelen lo besos libres
y el perfume del universo se extiende

sin tocar las cenizas de lo que se acerca demasiado al sol. 

viernes, 19 de junio de 2015

No quiero ser de ningún país

No quiero de ningún país
ser (1).
Que en mi pasaporte ponga tierra.
Árboles sin raíces y agua veloz en las venas de la autopista (2).

(1) Ni identificarme con ninguna nación.
En el supermercado venden latas Campbell,
tomate frito Orlando,
atún calvo con aceite de oliva.

(2) Aeropuertos sin controles de inmigración.
Y marcas con denominación de origen.
Mi origen es mi madre

y no una idea para que me sacrifique por ella.

miércoles, 17 de junio de 2015

Llevamos nombres huecos

Llevamos nombres huecos
que nada significan.
Y sin embargo nos giramos [1]
si leemos en la página del periódico
la noticia que nos nombra. [2]
Nos continua en el izar rascacielos
entre unos y otros
con nombres diferentes.
Sonidos oblicuos. [3]
Sonidos de música si el nombre es tu voz
para llenar de signos ininteligibles la firma. [4]


1 si lo pronuncian
2 Nos delimita en el universo identificativos
3 Sonidos de música si el nombre es tu voz

4 La partitura de la mente

martes, 16 de junio de 2015

Presidente del gobierno en su DNI

Presidente del gobierno en su DNI.
El líder de la oposición contiene.
Nadie necesita rey ni reino donde escupir.
Bipartidismo en la cama.
Por detrás la señora de la limpieza.
Periódicos con bandera en el hojal.
Masas votantes estudiadas.

El horror dijo Apocalipse Now.

lunes, 15 de junio de 2015

Pocos tienen mucho o todo

Pocos tienen mucho o todo.
Muchos tienen poco o nada.
Sin embargo, los primeros parecen más fuertes.
Pero ellos saben que no.
Saben que ellos no serían nada
si los muchos unidos marchan juntos sin fisuras y con decisión.
Por eso nos dividen, nos trocean.
Nos entretienen.
Dejan las migas.
Si siguiéramos ese rastro de migas
llegaríamos hasta ellos
y podríamos convertir
que todos para todo

que nadie sin nada.

viernes, 12 de junio de 2015

El mundo subterráneo que no vemos

El mundo subterráneo que no vemos,
que no figura en ningún telediario.
Visión de alcantarilla.
Tan invisible a los pasos
como accesible para entrar
pero no para salir.
Una vez se entra
perteneces a ese decorado que no se ve.
Para esa vida rutinaria
que tampoco sale en los telediarios,
como tantas otras.
Sin embargo,
hay miles de mundos conviviendo

mientras llueve.

jueves, 11 de junio de 2015

No estamos dispuestos a tejer otra revolución

No estamos dispuestos a tejer otra revolución.
Lo conseguido es demasiado caro
y nos conformamos con un lento despojo
porta de que nos quede algo.
No nos moveremos de la comodidad.
Aunque queremos revolución,
que la hagan otros,
que la haga el sistema,
que todo siga más o menos igual

como la nieve en la chimenea.

miércoles, 10 de junio de 2015

Los héroes son victimas

Los héroes son víctimas de nosotros mismos.
Héroes recreados de la realidad para ser otro producto.
Si un solo héroe hubiera existido
la concepción del ser humano sería distinta
y no solo poesía inventada para estremecer.
Si de los héroes aprendemos algo es de quien los convirtió en héroes,

aunque pensemos que ese no fue uno de ellos.

lunes, 8 de junio de 2015

Mi televisor como barco pirata

Utilizo mi televisor como barco pirata.
Arrojé las cadenas para no anclar
la libertad en ninguna vela.
Busco tesoros olvidados
en las islas que no olvidaron.
No hay cultura sino agricultura del conocimiento.
No hay cultura si es para generar privilegios,
cuando el privilegio de los creadores
choca con el límite económico
que coarta el conocimiento
(este poema no tiene derechos, ni izquierdas, de autor

y es libre como la palabra). 

martes, 2 de junio de 2015

Luna de miel en París con niños

Introducción

Nuestra familia tiene una tradición. Cada año por invierno subimos a la sierra madrileña, al puerto de Cotos, y ascendemos un breve trayecto por la falda del Peñalara, hasta un mirador con una vista fantástica de los nevados montes cercanos donde se sitúa la estación de Valdesquí. Es un día para que los niños disfruten con la nieve, respirar aire limpio, beber agua fresca sin aditivos de los derretidos témpanos y comer algo caliente en la Venta de Marcelino arropados por el olor y el fuego de la chimenea.
No sé por qué, los últimos años, mientras subíamos por el sendero, Ana insistía en la idea de la boda. No estábamos casados, solo habíamos dado el paso de registrarnos en el ayuntamiento como pareja de hecho. Ya teníamos un hijo y seguíamos sin la necesidad de casarnos legalmente. Pero a Ana le hacía mucha ilusión que celebráramos una boda tradicional (en realidad le encanta organizar todo tipo de fiestas y acontecimientos), no solo la fría firma en el registro civil, aunque con nuestro toque personal. A mí me daba mucha pereza meternos en semejante berenjenal de preparativos y gastos, pero finalmente accedí antes del nacimiento de nuestro segundo hijo. Pero con un bebé tan pequeño retrasamos dos años la organización, y aunque nunca sale todo como más nos gustaría o como preveíamos, el día pasó tan rápidamente que casi ni nos dimos cuenta. Pero sin duda, fue un gran día.
Ella se encargó básicamente de la preparación de los detalles. Todo el mérito de lo mucho que gustó la celebración a los invitados fue de ella y sus aciertos, como de las sorpresas que ni yo mismo esperaba. Mientras que yo trataba de que los gastos no se dispararan, algo muy difícil de evitar. También me encargué del diseño de nuestra luna de miel, ya que viajar es una de las cosas que más me apasionan. Dimos vueltas a diversos lugares, pero estábamos de acuerdo en que teníamos que ir con los dos críos, no podíamos dejarlos, y tenía que ser un sitio que les gustara visitar. De manera que la opción de París, la ciudad que Ana y yo amamos bohemiamente, con la juguetona y comercial trampa de Disneylandia, pareció la más apropiada, aunque yendo con ellos significara no vivir la luna de miel exactamente como las parejas de recién casados hacen la luna de miel, sobre todo cuando los hijos no salen de la habitación...
Para mí, sería ya mi octavo viaje a la ciudad de los puentes del Sena. El primero, cuando era muy joven y tomé el tren en Chamartín sin reservar en ningún hotel y durmiendo en la calle o en la estación de trenes de Austerlitz, como cualquier otro vagabundo, o clochard como se les llama allí. También fue el primer lugar que visitamos Ana y yo cuando apenas llevábamos unos pocos meses saliendo. Y París fue la ciudad elegida para dar una sorpresa especial a nuestros padres: les hicimos creer que viajarían a Barcelona, pero hasta que no estuvieron hasta los mismísimos pies de la Torre Eiffel no supieron la verdad. Nos aprovechamos de lo poco o nada que habían viajado al extranjero para conseguir semejante engaño: digno de un programa de cámara oculta. Y por último, la ciudad del amor fue la elegida cuando Ana y yo decidimos empezar a buscar a nuestro primer hijo. Los niños vienen de París, decían antaño, los trae una cigüeña. Y aunque no fue concebido allí, aquel viaje tan especial fue inolvidable.

Ahora íbamos a ir con los dos pequeñajos, y sabíamos que también se convertiría en un viaje único que nunca olvidaríamos. No se repetiría con esas edades, Pablo con casi cuatro años y Pedro todavía un bebé de menos de dos. Lo que desconocíamos era lo cansado y agotador que sería, y las reacciones y comportamientos que iban a tener. O lo mal adaptado que está el metro de París para ir con un carro (o silla de ruedas). De todos modos, el cansancio y los nervios se pasan, y el recuerdo y su pátina de arco iris persiste en la memoria para alojarse en las estanterías inolvidables donde viven los volúmenes de la magia de París.