Ser bueno te hará dichoso, ser culto te hará libre. José Martí.

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domingo, 8 de octubre de 2023

Juegos de Mesa: Parchís y el dado mágico

 Parchís y el dado mágico


     Llevo jugando a Juegos de Mesa desde que recuerdo. Allende los años setenta. Quizás, o casi seguro, el primero de todos ellos fue el Parchís, el juego familiar por antonomasia para casi todas las edades (mientras supieras contar). Tan popular era aquel juego que alguna discográfica musical lo utilizó para crear un grupo de niños de aquella época setentera con una canción, del mismo nombre, que suena inevitablemente en nuestras cabezas si pensamos en aquellos colores y fichas. Para mí suponía toda una aventura táctica y estratégica, por más que el azar tuviera tanta influencia. Un azar que surgía del dado mágico de seis caras y seis números que abrían la puerta a sacar nuevas fichas o a moverte lo más veloz posible hasta llegar al seguro. Ahora sé, en aquel entonces no podía darme cuenta meridiana, que es el dado lo que convierte en mágia a los Juegos de Mesa. Es el dado y su azar lo que nos motiva a buscar la suerte. Para que el debate filosófico sobre si tenemos suerte o no vuele entre los demás competidores. Pero cuando andando el tiempo jugué con personas con claridad matemática para realizar la mejor jugada posible, dentro de lo que te sale del cubilete, me di cuenta que se trataba más bien de probabilidades estadísticas numéricas porque más tarde o temprano salen los números que necesitas y si siempre aprovechas al máximo tu mejor movimiento y no te expones innecesariamente a que te coman una ficha es más probable que ganes que otros que no lo hagan y esperen que no salga el número de dado del rival que les comerá sus piezas. Pero yo aprendí a jugar, en aquel entonces, de manera superficial y era más bien un divertimento casual y familiar que cualquier otra cuestión más racional o numeromático. Hoy en día muchos jugones denostan este juego por primitivo o simple. Pero en realidad ignoran el poder intacto que sigue teniendo para introducir a los más pequeños en el mundo de los juegos de mesa de tablero. Y solo por eso merece un respeto reverencial. CuasiMístico, ya que se originó en la no menos mítica India ancestral (Pacisi lo llamaban en Hindi) , como otros juegos tal que el ajedrez, y si seguimos jugando a ello (al menos desde el siglo XVI que se sepa) es porque resulta tan fácil como eficaz pasatiempo. Porque con este juego tan simplón se aprende el ignoto poder mágico del dado. Algo que solo comprendemos aquellos que hemos empezado a jugar a Juegos de Mesa (sí en mayúsculas) con el Parchís de los cuatro colores básicos.