Ser bueno te hará dichoso, ser culto te hará libre. José Martí.

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martes, 30 de junio de 2015

Nos hicieron creer que el metro no forma parte del alcantarillado

Nos hicieron creer que el metro no forma parte del alcantarillado,
que en el deporte ganamos todos
cual trío de mosqueteros,
que el éxito no lleva cableado eléctrico
y que existe la democracia de los reyes,
que los números de una nómina
no pertenecen
a la denominación de esclavo
y la libertad es un concepto definible.
Sin embargo vivimos,
de vez en cuando existimos
y veces nos amamos.
Entonces me uní a la manifestación.
Tú ibas de mi mano.
Gritábamos:
¡Sí!
No importa el qué

y nos estremecíamos.

lunes, 29 de junio de 2015

Se convoca a los horizontes

Se convoca a los horizontes
sin escribir
para dibujar montañas,
altas cumbres nevadas,
árboles perennes

y en la cima el paisaje.

viernes, 26 de junio de 2015

Soñarás otra cosa

Soñarás otra cosa,
te caerás por el lado del día
y verás el movimiento de las siluetas.
Al leer
los idiomas se desparramarán hacia las olas de los mares embravecidos.
Detrás de la sartén ya no hay fuego
en llamas
sino círculos candentes a la espera.
Cuando viajes
en fotocopia de turista
recuerda que las sombras envejecen

para estornudar las cosas olvidadas.

jueves, 25 de junio de 2015

Simplemente tonto

Sí,
o dices no
y entonces el café se desliza por el telediario matutino repetido exactamente igual cada media hora
como anunciando lo que va a ser el día,
mañana
o el resto del tiempo,
como si el tiempo fuera tic tac
o una fotocopiadora
como si no pudieras tirar del cable del enchufe
y en el silencio no sentirte incómodo,
laberíntico a medida que creces en números medidos

o simplemente tonto.

miércoles, 24 de junio de 2015

Si nos dejan

Si nos dejan
escalaremos cada montaña,
cada monte de la luna o de marte.
Si nos dejan viajar,
si no nos niegan la nómina de las rosas,
si nos dejan solo con el pan,
si nos dejan sonreír,
si nos dejan leer
para pensar,
para que la historia no se repita,
para que el lado indeseable del ser humano
quede arrinconado en un gen sin
reproducción,
para que la esperanza

siga siendo la flor del planeta Tierra.

martes, 23 de junio de 2015

Pensar como los árboles

Pensar como los árboles.
Como el viento en el dédalo de la yema de los dedos.
Alzarse por encima del calor de un rayo
y descender cual lluvia.
Pensar en el silencio de los gritos
sus posibilidades polimórficas.
Elegir entre las ramas la del fruto
y comer esa voz.
Decidir como las rocas su oleaje.
Cantar gaviotas y escribir cangrejos.
Quizás el fondo no esté en las cumbres

sino en llegar.

lunes, 22 de junio de 2015

No somos Ícaros de alas excavadoras

No somos Ícaros de alas excavadoras
ni en las cicatrices del viento se fabrican hombres afilados.
No nos iremos a los hongos de la sed
ni beberemos de las acequias en sombras.
No soñaremos más en subterráneos
ni leeremos más libros en el tiempo prensado.
Somos la clorofila de los laberintos
y aspiramos a la sintaxis de un árbol.
No iluminéis la voz con antorchas sin versos
y que la lluvia sacie nuestra piel de caricias.
Que no nos digan cómo unirnos,
cómo abrazarnos en la frontera del reencuentro,
que sabemos cómo huelen lo besos libres
y el perfume del universo se extiende

sin tocar las cenizas de lo que se acerca demasiado al sol. 

viernes, 19 de junio de 2015

No quiero ser de ningún país

No quiero de ningún país
ser (1).
Que en mi pasaporte ponga tierra.
Árboles sin raíces y agua veloz en las venas de la autopista (2).

(1) Ni identificarme con ninguna nación.
En el supermercado venden latas Campbell,
tomate frito Orlando,
atún calvo con aceite de oliva.

(2) Aeropuertos sin controles de inmigración.
Y marcas con denominación de origen.
Mi origen es mi madre

y no una idea para que me sacrifique por ella.

miércoles, 17 de junio de 2015

Llevamos nombres huecos

Llevamos nombres huecos
que nada significan.
Y sin embargo nos giramos [1]
si leemos en la página del periódico
la noticia que nos nombra. [2]
Nos continua en el izar rascacielos
entre unos y otros
con nombres diferentes.
Sonidos oblicuos. [3]
Sonidos de música si el nombre es tu voz
para llenar de signos ininteligibles la firma. [4]


1 si lo pronuncian
2 Nos delimita en el universo identificativos
3 Sonidos de música si el nombre es tu voz

4 La partitura de la mente

martes, 16 de junio de 2015

Presidente del gobierno en su DNI

Presidente del gobierno en su DNI.
El líder de la oposición contiene.
Nadie necesita rey ni reino donde escupir.
Bipartidismo en la cama.
Por detrás la señora de la limpieza.
Periódicos con bandera en el hojal.
Masas votantes estudiadas.

El horror dijo Apocalipse Now.

lunes, 15 de junio de 2015

Pocos tienen mucho o todo

Pocos tienen mucho o todo.
Muchos tienen poco o nada.
Sin embargo, los primeros parecen más fuertes.
Pero ellos saben que no.
Saben que ellos no serían nada
si los muchos unidos marchan juntos sin fisuras y con decisión.
Por eso nos dividen, nos trocean.
Nos entretienen.
Dejan las migas.
Si siguiéramos ese rastro de migas
llegaríamos hasta ellos
y podríamos convertir
que todos para todo

que nadie sin nada.

viernes, 12 de junio de 2015

El mundo subterráneo que no vemos

El mundo subterráneo que no vemos,
que no figura en ningún telediario.
Visión de alcantarilla.
Tan invisible a los pasos
como accesible para entrar
pero no para salir.
Una vez se entra
perteneces a ese decorado que no se ve.
Para esa vida rutinaria
que tampoco sale en los telediarios,
como tantas otras.
Sin embargo,
hay miles de mundos conviviendo

mientras llueve.

jueves, 11 de junio de 2015

No estamos dispuestos a tejer otra revolución

No estamos dispuestos a tejer otra revolución.
Lo conseguido es demasiado caro
y nos conformamos con un lento despojo
porta de que nos quede algo.
No nos moveremos de la comodidad.
Aunque queremos revolución,
que la hagan otros,
que la haga el sistema,
que todo siga más o menos igual

como la nieve en la chimenea.

miércoles, 10 de junio de 2015

Los héroes son victimas

Los héroes son víctimas de nosotros mismos.
Héroes recreados de la realidad para ser otro producto.
Si un solo héroe hubiera existido
la concepción del ser humano sería distinta
y no solo poesía inventada para estremecer.
Si de los héroes aprendemos algo es de quien los convirtió en héroes,

aunque pensemos que ese no fue uno de ellos.

lunes, 8 de junio de 2015

Mi televisor como barco pirata

Utilizo mi televisor como barco pirata.
Arrojé las cadenas para no anclar
la libertad en ninguna vela.
Busco tesoros olvidados
en las islas que no olvidaron.
No hay cultura sino agricultura del conocimiento.
No hay cultura si es para generar privilegios,
cuando el privilegio de los creadores
choca con el límite económico
que coarta el conocimiento
(este poema no tiene derechos, ni izquierdas, de autor

y es libre como la palabra). 

martes, 2 de junio de 2015

Luna de miel en París con niños

Introducción

Nuestra familia tiene una tradición. Cada año por invierno subimos a la sierra madrileña, al puerto de Cotos, y ascendemos un breve trayecto por la falda del Peñalara, hasta un mirador con una vista fantástica de los nevados montes cercanos donde se sitúa la estación de Valdesquí. Es un día para que los niños disfruten con la nieve, respirar aire limpio, beber agua fresca sin aditivos de los derretidos témpanos y comer algo caliente en la Venta de Marcelino arropados por el olor y el fuego de la chimenea.
No sé por qué, los últimos años, mientras subíamos por el sendero, Ana insistía en la idea de la boda. No estábamos casados, solo habíamos dado el paso de registrarnos en el ayuntamiento como pareja de hecho. Ya teníamos un hijo y seguíamos sin la necesidad de casarnos legalmente. Pero a Ana le hacía mucha ilusión que celebráramos una boda tradicional (en realidad le encanta organizar todo tipo de fiestas y acontecimientos), no solo la fría firma en el registro civil, aunque con nuestro toque personal. A mí me daba mucha pereza meternos en semejante berenjenal de preparativos y gastos, pero finalmente accedí antes del nacimiento de nuestro segundo hijo. Pero con un bebé tan pequeño retrasamos dos años la organización, y aunque nunca sale todo como más nos gustaría o como preveíamos, el día pasó tan rápidamente que casi ni nos dimos cuenta. Pero sin duda, fue un gran día.
Ella se encargó básicamente de la preparación de los detalles. Todo el mérito de lo mucho que gustó la celebración a los invitados fue de ella y sus aciertos, como de las sorpresas que ni yo mismo esperaba. Mientras que yo trataba de que los gastos no se dispararan, algo muy difícil de evitar. También me encargué del diseño de nuestra luna de miel, ya que viajar es una de las cosas que más me apasionan. Dimos vueltas a diversos lugares, pero estábamos de acuerdo en que teníamos que ir con los dos críos, no podíamos dejarlos, y tenía que ser un sitio que les gustara visitar. De manera que la opción de París, la ciudad que Ana y yo amamos bohemiamente, con la juguetona y comercial trampa de Disneylandia, pareció la más apropiada, aunque yendo con ellos significara no vivir la luna de miel exactamente como las parejas de recién casados hacen la luna de miel, sobre todo cuando los hijos no salen de la habitación...
Para mí, sería ya mi octavo viaje a la ciudad de los puentes del Sena. El primero, cuando era muy joven y tomé el tren en Chamartín sin reservar en ningún hotel y durmiendo en la calle o en la estación de trenes de Austerlitz, como cualquier otro vagabundo, o clochard como se les llama allí. También fue el primer lugar que visitamos Ana y yo cuando apenas llevábamos unos pocos meses saliendo. Y París fue la ciudad elegida para dar una sorpresa especial a nuestros padres: les hicimos creer que viajarían a Barcelona, pero hasta que no estuvieron hasta los mismísimos pies de la Torre Eiffel no supieron la verdad. Nos aprovechamos de lo poco o nada que habían viajado al extranjero para conseguir semejante engaño: digno de un programa de cámara oculta. Y por último, la ciudad del amor fue la elegida cuando Ana y yo decidimos empezar a buscar a nuestro primer hijo. Los niños vienen de París, decían antaño, los trae una cigüeña. Y aunque no fue concebido allí, aquel viaje tan especial fue inolvidable.

Ahora íbamos a ir con los dos pequeñajos, y sabíamos que también se convertiría en un viaje único que nunca olvidaríamos. No se repetiría con esas edades, Pablo con casi cuatro años y Pedro todavía un bebé de menos de dos. Lo que desconocíamos era lo cansado y agotador que sería, y las reacciones y comportamientos que iban a tener. O lo mal adaptado que está el metro de París para ir con un carro (o silla de ruedas). De todos modos, el cansancio y los nervios se pasan, y el recuerdo y su pátina de arco iris persiste en la memoria para alojarse en las estanterías inolvidables donde viven los volúmenes de la magia de París.