Diez planes en Londres con niños

He pensado que quizá te guste "Diez planes en Londres con niños", de Francisco Javier Ramos Almansa. Empieza a leerlo gratis: http://amzn.eu/blwz9Mj

Poemas de un embarazo

He pensado que quizá te guste "Poemas de un embarazo", de Francisco Javier Ramos Almansa. Empieza a leerlo gratis: http://amzn.eu/39vUQ07

La Champions y la Experiencia eExtra

     La jornada de Champions de esta semana ha demostrado que la Experiencia Extra de equipos veteranos en las lides de eliminatorias de Champions se vuelve trascendental a la hora de enfrentar los partidos. El Real Madrid partía con ventaja a su llegada a París, pero el PSG, pese a la baja de Neymar, se había conjurado para remontar. A la hora de la verdad no supieron afrontar el encuentro ni embotellar al rival, que aprovechó los huecos para marcar y hacer imposible la hazaña. El Real Madrid es un claro ejemplo de Experiencia Extra. No solo es que sus jugadores estén curtidos después de haber ganado varias champions, las dos últimas seguidas, si no que el propio club emana esa Experiencia y Exigencia Extra que dota a sus componentes de un añadido de saber estar que les aporta seguridad y confianza. La dirección técnica de este tipo de clubs busca futbolistas permeables a la alta exigencia y que sepan soportar la enorme presión que sobre ellos recae. No solo tienen que ser buenos técnicamente, además, han de estar a la altura que el club exige. Por supuesto se equivocan a veces, pero los jugadores que aguantan temporada tras temporada se embuyen de esa Experiencia Extra, histórica del club, y cuando llegan estos partidos tan trascendentales ese algo está ahí, y el rival que quiera superarles tiene también que superar esto. El PSG cuenta con una plantilla extraordinaria, llena de jugadores con experiencia y ganadores de múltiples títulos. Pero el club, fuera de los títulos dentro de sus fronteras, no tiene esa Experiencia Extra y se acaba convirtiendo en un lastre en situaciones complicadas.
     El Tottenham había conseguido empatar a dos contra la Juventus en su campo, otro de esos clubs curtidos de Experiencia Extra. Parecía que manteniendo su puerta a cero, o mejor metiendo algún gol, conseguirían pasar de ronda. Pero no supieron dormir el partido cuando ganaban uno a cero. No fueron capaces de controlar el encuentro cuando les empataron a uno. Y al final la Experiencia Extra de la Juventus se impuso en un duelo que, pese a que Harry Kane casi empata en el último minuto con un cabezazo al palo, los ingleses tenían que haber sabido cómo llevárselo.
     La Experiencia Extra de ambos clubs, el italiano y el español, les llevó la temporada pasada a la gran final. Pero uno de ellos acuña la expresión de que las finales no las juega, las gana. Y se lo creen. Mientras que los de Turín llevan varias finales perdidas en los últimos años y casi creen en el gafe. La Experiencia Extra es determinante en condiciones igualadas. Y no depende de los jugadores, sino lo que el club es capaz de transmitir a su plantilla.

Jugando a Ciudadelas

Ciudadelas es uno de los juegos de carta que se ha convertido en imprescindible para aquellos aficionados a los juegos de mesa y las críticas no pueden ser mejores. Pero el juego está indicado para niños a partir de diez años. Mi hijo el mayor tiene siete y el mediano cinco y el primero ya me pide juegos que no sean para niños. El rol que hay que adoptar con los personajes de las cartas lo hacía, a priori, muy apropiado para ellos. Y esa ea la clave, dichos personajes es lo que convierte en tan adiptivo el juego, tanto que no se conforman con una partida, quieren más y todos los días. Les encanta lo que pueden hacer con ellos y el hecho de que cada partida resulte tan distinta. Un gran acierto.

Jugando a Magissa

Después del éxito con Pequeños detectives de monstruos busqué otro juego de rol que se adaptara más a la edad de mi hijo mayor con siete años. Magissa me pareció el más apropiado por su mezcla de fantasía y magos algo que no podía dejar de encantarle como fan de Harry Potter. Solo por el diseño e ilustraciones ya merece la pena y efectivamente es un juego que se aproxima más a la idea que tenemos se un sofisticado juego de rol sin llegar a ser para adultos. Por otro lado la fantasía e imaginación que despliega son muy sugerentes para cualquier edad y más para ellos con la propuesta de la desaparición de todos los adultos con niños que tienen que apañárselas solos en un mundo de magia. El entretenimiento y la diversión están asegurados y por seguro querrán repetir.

Jugando a Pequeños Detectives de Monstruos

A mis hijos, sobre todo al mayor de siete años, cada vez les fascinan más los juegos de mesa y buscando novedades que puedan interesarles di con un artículo que hablaba de los beneficios educativos que tiene para los niños los juegos de rol, y recomendaba varios títulos. Para los que desconocemos todo sobre el rol resulta abrumador como enfrentarse a este tipo de juegos pero una vez reunida la suficiente información es mucho más sencillo de lo que parece al principio. Elegí Pequeños detectives de monstruos porque se adaptaba a la edad del más pequeño, pero realmente no sabía cómo iban a reaccionar a la novedad donde l imaginación es la principal herramienta. Lo bueno de los libros de rol es que conceden plena libertad para improvisar y crear tu propio mundo. Cuando les propuse el juego quedaron intrigados pero una vez les presenté el objetivo del juego quedaron expectantes. Lo primero que hicimos fue sortear que monstruo les tocaba y una vez elegido pasé a leerles sus características según el libro. Fue muy divertido escuchar sus añadidos porque era como si realmente ese monstruo existiera, sobre todo para el pequeño al que le fascinan y los teme por igual. Luego les dije que hicieran un retrato robot y ahí volví a dar en el clavo porque les encanta dibujar. Mientras yo escondía la ficha del monstruo según sus características. Al terminar pasé a la ambientación propia del objetivo y les hacía pasar unas pequeñas pruebas con tiradas de dados e intentaba que colaboraran en equipo para superarlas. Después por fin buscaban al monstruo con las pistas que les había dado armados de linterna, lupa y walkies para comunicarnos. Se lo pasaron estupendamente y repetidas veces me han propuesto volver a jugar y esa es la mejor prueba de que les encanta.