Utilizo
mi televisor como barco pirata.
Arrojé
las cadenas para no anclar
la
libertad en ninguna vela.
Busco
tesoros olvidados
en
las islas que no olvidaron.
No
hay cultura sino agricultura del conocimiento.
No
hay cultura si es para generar privilegios,
cuando
el privilegio de los creadores
choca
con el límite económico
que
coarta el conocimiento
(este
poema no tiene derechos, ni izquierdas, de autor
y
es libre como la palabra).
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