Despertad.
No
sigáis el hedor que deja una imagen repetida,
la
foto que se instala en cualquier décima de segundo,
la
mente acumulando mínimos esfuerzos.
Despertad
y
alzaros como un no en la indiferencia,
una
estatura única,
el
peso de los vuelos,
Despertad
y leed cada movimiento,
leed
hasta el humo más lejano,
llenad
de páginas la mochila de la mirada.
Despertad
y
componed la melodía que silbáis,
solo
tu ritmo es tuyo.
Despertad
y no
creáis a nadie que diga: seguidme.
Nunca
digáis: seguidme.
La
vesania adquiere el color de la frase: tú solo vótame.
Despertad,
despertadme.
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