y
navegué mis dedos sobre tus labios vaginales
y mi voz se movía
y susurrabas tu cuerpo
alzándolo
el silencio cavó su hondura
cerberos después
ninguno de los dos dijo nada
durante un mar
todo seguía igual que antes
y tus olvidos recogiste luego
al abrir la puerta
y cuando me asomé a la
ventana
el paréntesis como labios
continuaba entre tus ojos
plantado
y se alejaban junto a ti
No hay comentarios:
Publicar un comentario