Capítulo
primero. Ana y Javier viajaron a Nueva York en el otoño de 2008
durante el apacible periodo del Indian Summer. Para ellos, Nueva York
era la ciudad de Woody Allen… formal,
demasiado formal. Hay que ser más crítico…
Los intrépidos viajeros Ana y Javier viajaron a la corrompida ciudad
de los rascacielos, la ciudad corrupta del Padrino y la mafia, la
comida basura, el ruido del tráfico, la contaminación… suena
a sermón típico y tópico. Es decir, quiero que guste a los
neoyorkinos. Comencemos de nuevo…
La ciudad que nunca duerme esperaba a Ana y Javier, se habían
propuesto conocer a su admirado Woody Allen, y conocían incluso la
dirección de su casa y sus costumbres… patético,
suena a película de psicópatas. ¡No somos asesinos! En fin,
reconozcámoslo ¡quiero vender libros!...
Ana y Javier, enamorados, viajaron al escenario natural de las
maravillosas películas de Woody Allen. Un lugar ideal para amarse,
hacer el amor… ¡sí!
Esto me gusta…
y pasear al son del jazz en la ciudad que ellos siempre veían en
blanco y negro.
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